Los puntos sobre las íes… al hablar de productos químicos

Esta entrada se publicó primero en Naukas.

Sense about Science es una organización sin ánimo de lucro que pretende proporcionar a la sociedad las nociones necesarias para entender y discutir las afirmaciones médicas y científicas.
Con el apoyo de más de 6000 científicos su objetivo es que la opinión pública tenga los suficientes conocimientos sobre ciencia y evidencias científicas, favoreciendo la participación de los científicos en debates sobre ciencia y evidencias científicas y elaborando diversos materiales y campañas de concienciación.
Con el apoyo de la Royal Society of Chemistry acaban de publicar un documento titulado Making sense of chemical stories. A guide for the lifestyle sector and anybody with questions about chemical stories, que se podría traducir como “Haciendo entendibles las historias químicas”. El subtítulo es bastante descriptivo y entiendo que va dirigido a todos aquellos gurús de los medios de comunicación (incluyendo redes sociales) que aconsejan y opinan sobre todo lo relacionado con nuestro estilo de vida. Vale, entro ya al trapo, es una guía para luchar contra los estúpidos argumentos que utilizan los publicistas para vendernos cualquier tipo de artículo “sin químicos”


El escaso interés de los publicistas por la realidad científica es conocido, lo novedoso en este caso es el poco interés por la gramática, porque ese sin químicos no es más que una mala traducción del término inglés chemicals. Para los hispanohablantes, químico es tanto sustantivo como adjetivo así que el término correcto sería sin productos químicos, dejando a los pobres licenciados (o graduados) en química tranquilos.
En cualquier caso, y tras este inciso, repetiremos tanto como sea necesario que todo es química y que la química está en todas partes. Pero esta vez me limito a traducir las principales aportaciones del documento que se puede descargar aquí, si bien es una traducción libre y resumida.

El prólogo del documento es una buena justificación de la necesidad de este tipo de trabajos:

La desconexión entre los comentarios sobre el estilo de vida y las realidades químicas.
Los científicos están preocupados sobre el creciente alejamiento entre el punto de vista social sobre los productos químicos y la realidad química del mundo. Están preocupados  no sólo porque no exista un mal entendimiento de lo que son y lo que hacen los productos químicos, sino también por las consecuencias que esto conlleva sobre decisiones acerca de la elección del estilo de vida, salud familiar y políticas sociales.
En muchas crónicas sobre modo de vida los productos químicos se muestran como algo que puede ser evitado o eliminado utilizando calcetines, jabones o dietas especiales y que solo producen daño a la salud y perjuicios al medio ambiente. La realidad es, por el contrario, que todo lo que nos rodea está formado por productos químicos, que los productos químicos sintéticos son, a menudo mucho más seguros para la salud humana que los denominados “naturales” y que la preocupación infundada por los productos químicos está dirigiendo a la gente hacia ideas o “remedios” con poca o nula base científica o médica.
La preocupación por los productos químicos ocupa una gran parte de las secciones sobre modo de vida- salud, alimentación, familia y medioambiente, que cada vez tienen un papel más preponderante en los medios de comunicación. Con este furor por la información/opinión los conceptos erróneos sobre qué son y para qué sirven los productos químicos no hacen más que extenderse y multiplicarse. Tanto es así que los hechos sobre los productos químicos parecen sorprendentes y contraintuitivos. ¿Sabe la gente que nada puede ser “sin químicos”? ¿Cuánta gente sabe que los números E solo significan que un aditivo ha sido aprobado para uso alimentario y que incluyen algunas vitaminas esenciales? ¿Sabía usted que su cuerpo funciona exactamente igual sigas una dieta “detox” o una dieta normal? ¿O que la idea de que mezclar distintos tipos de alcohol es malo es una leyenda urbana? Cuando se trata de productos químicos hay tantos errores de concepto que a menudo nos preocupamos y asustamos por lo que no hace falta preocuparse y somos complacientes con lo que no deberíamos serlo.

 
Simpáticos manifestantes que no tienen ni idea de ciencia



Entonces, ¿por qué hay una desconexión tan grande entre percepción y realidad?  Puede atribuirse en parte al resultado de campañas intensivas a favor de productos alternativos, ideas y campañas que juegan con errores de concepto sobre los productos químicos y cómo trabaja nuestro cuerpo. También es significativo que las personas que escriben sobre estos temas a menudo están excluidas de las sesiones informativas sobre ciencia y no tienen contacto con científicos que les puedan asesorar.  En este sentido es necesario que los científicos intervengan de forma que proporcionen una ayuda a los escritores de este tipo de secciones.
Este documento informativo señala los errores conceptuales más importantes que existen sobre los productos químicos y sugiere modos directos de evaluarlos dirigido a escritores y comunicadores. No pretende ser un “aquí está la verdad científica” sino que pretende ser una conversación que promueva una mayor conexión entre comentarios sobre modo de vida y realidades químicas.
El documento incluye diversas secciones, la primera de la cual se refiere a los seis malentendidos más habituales, que son a los que vamos a dedicar esta parte del post.

IDEA EQUIVOCADA 1. PUEDES LLEVAR UNA VIDA LIBRE DE PRODUCTOS QUÍMICOS

La realidad es que no es posible llevar una vida libre de productos químicos porque todo está formado por productos químicos. Los productos químicos son sustancias y la química es la ciencia de las sustancias: su estructura, propiedades y las reacciones que las convierten en otras sustancias. Las afirmaciones sobre productos “sin químicos” son falsas. No hay alternativas a los productos químicos, solo elecciones sobre qué productos químicos se utilizan y cómo se fabrican.
Uno que usaba los mínimos productos químicos


IDEA EQUIVOCADA 2: LOS COMPUESTOS QUÍMICOS SINTÉTICOS SON INTRÍNSECAMENTE PELIGROSOS

En realidad, que una sustancia sea sintetizada, copiada de la naturaleza o extraída directamente de la naturaleza no afecta en nada a sus propiedades. En términos de seguridad  química “industrial”, “sintético”, “artificial” o “manufacturado”  no significan peligrosos… y por supuesto “natural” no significa mejor.

IDEA EQUIVOCADA 3. LOS COMPUESTOS QUÍMICOS SINTÉTICOS PRODUCEN MUCHOS TIPOS DE CANCER Y OTRAS ENFERMEDADES.

En muchos casos la relación entre productos químicos y enfermedades únicamente indica que un producto determinado estaba presente cuando se produjo un efecto, más que indicar que el producto químico causa el efecto.  Es necesario ser extremadamente cautos cuando se trata de aparentes correlaciones, por la naturaleza de los experimentos científicos  muchos de estos efectos desaparecerán cuando se lleven a cabo experimentos adicionales o se pueda explicar de otra forma.

IDEA EQUIVOCADA 4. NUESTRA EXPOSICIÓN A UN COCTEL DE PRODUCTOS QUÍMICOS ES UNA BOMBA DE RELOJERÍA

En realidad, aunque los términos cóctel y bomba de relojería son alarmantes ni la presencia de productos químicos ni su bioacumulación son por sí mismos indicativos de que se vaya a producir un daño. Hemos estado expuestos a multitud de productos químicos porque la naturaleza es “un cóctel de productos químicos”. La tecnología moderna permite detectar cantidades minúsculas de sustancias, pero la presencia de estas cantidades mínimas de sustancias específicas no significa que estén teniendo ningún efecto distinguible en nosotros o las generaciones futuras.

IDEA EQUIVOCADA 5. ES BENEFICIOSO EVITAR LOS PRODUCTOS QUÍMICOS MANUFACTURADOS

Necesitamos los productos químicos sintéticos. Cuando se habla de los riesgos potenciales de los productos químicos debemos considerarlos en su contexto: cómo se utilizan, cuáles son los límites de exposición y si existen alternativas para lograr idénticos beneficios.  La vida moderna es altamente dependiente de productos químicos. Los procesos de saneamiento, el desarrollo de medicinas y todo tipo de materiales y la tecnología alimentaria están íntimamente relacionados con el progreso y el aumento de la expectativa de vida. Incluso aun cuando a veces son peligrosos debemos considerarlos en su contexto. Un ejemplo es las dudas existentes en el siglo XIX sobre la desinfección de agua con lejía que se despejaron rápidamente ante la posibilidad de erradicar la fiebre tifoidea.

IDEA EQUIVOCADA 6. SOMOS SUJETOS DE UN EXPERIMENTO NO REGULADO E INCONTROLADO.

Existe un amplio sistema regulatorio que controla estrictamente qué productos químicos pueden usarse, qué experimentos pueden llevarse a cabo, qué puede utilizarse, con qué propósito, cómo debe transportarse, utilizarse y desecharse y cómo su uso debe ser controlado y monitorizado. Esto incluye regulaciones específicas para productos químicos que se utilicen como medicamentos, aditivos alimentarios, medicamentos veterinarios, instrumentos médicos, biocidas, etc., así como regulaciones que atañen a la calidad del aire que respiramos y el agua que bebemos.
Además de estas ideas resulta muy interesante leer el documento completo, pues hacen un análisis de cómo los términos químicos se utilizan frecuentemente con acepciones negativas.

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