Cuando me iba a poner a contaros un poquito más sobre por qué no me
fío ni un pelo de la publicidad que se hace de productos “con carbón
activado” en su composición, me lié de mala manera y os solté una chapa
bastante poco típica de mí, en la que os abrumaba con ciertos hechos
incontestables que resumo aquí para que no tengáis que leeros todo el
artículo anterior.
1) Existen múltiples tipos de carbones activados que se parecen entre sí como un huevo a una castaña.
2) En los materiales de carbono encontramos grandes variaciones de porosidad y de propiedades químicas superficiales.
3) Estas diferencias hacen que las aplicaciones de los distintos carbones activados sean muy diferentes y que para cada aplicación sea necesario buscar el carbón óptimo.
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1) Existen múltiples tipos de carbones activados que se parecen entre sí como un huevo a una castaña.
2) En los materiales de carbono encontramos grandes variaciones de porosidad y de propiedades químicas superficiales.
3) Estas diferencias hacen que las aplicaciones de los distintos carbones activados sean muy diferentes y que para cada aplicación sea necesario buscar el carbón óptimo.
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