El Astrochotis, una revolución estelar

El 15 de mayo de 2015 se estrenó la obra "La inverosímil y trágica historia de Jocelyn Bell. Una zarzuela del siglo XXI".  La fecha no es casual, pues el 15 de mayo se celebra San Isidro, fiesta típica de Madrid en la que es chulapos y  manolas bailan el chotis, el baile castizo por excelencia, como inmortalizan numerosas zarzuelas. La zarzuela es el género lírico español más característico y en ella conviven partes recitadas con partes cantadas.    

El cartel de la zarzuela es obra del Colectivo Verbena 


Esta zarzuela cuenta la historia del descubrimiento de los púlsares por Jocelyn Bell en 1967, descubrimiento por el que su supervisor de tesis, Anthony Hewish recibiría el premio Nobel en 1974. La no concesión del Nobel a Jocelyn Bell se considera una de las grandes injusticias de estos premios y esta decisión ha sido muy criticada. Sin embargo, Jocelyn Bell ha obtenido su justo reconocimiento con posterioridad y ha recibido algunos galardones tan prestigiosos como el Premio Breakthrough Fronteras del Conocimiento, que donó íntegro a asociaciones que promueven la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. 


Este Astrochotis es una idea original de Manuel González, en la actualidad, comunicador en el Instituto de Astrofísica de Andalucía, y ha sido llevada a cabo en estrecha colaboración con Natalia Ruiz Zelmanovitch. Hewish (González) y Bell (Ruiz) se ven acompañados por otros divulgadores como Paula del Río, Mario Peláez, Conchi Lillo, Mikel Herrán  y Maite González.  En esta Zarzuela se versionan algunas de las obras más conocidas de las zarzuelas españolas, PichiPor la Calle de Alcalá  y Madrid, Madrid, Madrid.   

Esta actividad de divulgación fue pensada específicamente para entorno digital, y por ello tiene un formato que se adapta muy bien al medio. Incorpora elementos de cine clásico, como las entradillas de texto, recurso que los creadores han utilizado con éxito en otros formatos presenciales y permite la integración de personas físicamente separadas en el producto final, con un acabado muy cuidado, a pesar de las dificultades. Cabe destacar que esta actividad fue realizada sin financiación de ningún organismo público o privado.  La comunicación de la actividad se llevó a cabo principalmente por redes sociales, con Twitter como red principal, y en la actualidad cuenta con más de 3500 reproducciones, lo que implica un impacto relativamente importante y muy difícil de alcanzar en actividades presenciales (al menos de divulgación). Como principal desventaja es necesario mencionar que el público al que ha llegado esta iniciativa es público cautivo, ya interesado por la ciencia y la divulgación y no necesariamente público general como al que podría haber llegado de haberse realizado en un formato presencial.

El interés de esta actividad de divulgación reside, además de la temática escogida, en que utiliza un formato que se adapta muy bien al medio digital y que explota recursos que los creadores del contenido habían aplicado ya con éxito en otros espectáculos (como la Astrocopla,  "Copla de las estrellas",  Duelo de astrocopleros  o el documental El Enigma Agustina). Además se trata de un formato de divulgación muy original en el que tanto Natalia como Manuel han tenido un buen reconocimiento en los últimos años.

En este hilo podéis encontrar algunos datos interesantes sobre la obra, contados por Manuel González




Comentarios