Crónica de una muerte inesperada

Los locales de ocio nocturno de nuestra ciudad dejan de servir consumiciones a las 5 de la madrugada. Esto hace que la hora efectiva de cierre se alargue y los empleados de estos establecimientos finalicen su jornada laboral más allá de las 6 am. Esto dificulta enormemente las capacidades de conciliación de la vida familiar de muchas familias trabajadoras que se ven abocadas a utilizar camas a turnos y que constituye un gran impedimento para mantener una vida sexual satisfactoria.

Este es el caso de M.P. y de M.I que coinciden apenas a la hora del desayuno antes de que ella se dirija al trabajo en un gran almacén, del que retornará cuando su pareja ya haya salido de nuevo.

Fue precisamente cuando M.P. volvía a su domicilio cuando fue atacado presuntamente por dos drogadictos que pretendían robarle y que acabaron con su vida a cuchilladas en presencia de su mujer que se encontraba en el portal de su domicilio. 

Sin embargo, un giro de la investigación ha revelado nuevos datos sobre esta muerte injusta. La hora de la muerte de M.P. se ha establecido a las 4:50 de la mañana, al haberse producido una redada en el 33, bar en el que trabajaba. Las salpicaduras de sangre en la ropa de su esposa M.I. han demostrado que se hallaba al lado de M.P. cuando este falleció y las investigaciones para esclarecer  este hecho han permitido averiguar que el crimen había sido cometido por otro hombre P.V. que mantenía una relación sentimental con M.I. y que se vieron sorprendidos por M.P. en plena calle cuando este llegaba a su vivienda antes de la hora habitual. 


Y esto, por supuesto viene a propósito de... 



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